Coches históricos y clásicos

Cuando se desconoce algo o se carece de información suficiente, se pueden cometer algunos errores que luego harán que nos arrepintamos. Se trata de algo que ocurre mucho en el sector del automóvil, donde la edad de un vehículo lo aparta totalmente de la mente de quienes desconocen el mundillo. Por ejemplo, cuando un coche alcanza una cierta edad, digamos, 10 ó 15 años, se considera un coche viejo y se cambia por otro. En el fondo, no está falto de razón, es un coche viejo, pero no por ello hay que menospreciar lo que se tiene. Valga el ejemplo, que un Volkswagen Golf con 10 años puede costar hasta 8.000 euros. Y eso en coches como el Golf, si hablamos por ejemplo de un Ferrari con 10 años, veremos cifras por encima de los 80.000 euros. 

No obstante, aunque no hay que menospreciar tampoco debemos pensar que tenemos oro. Incluso dentro del mundillo, un coche con una edad comprendida entre los 15 y los 25 años todavía no es un clásico, se les denomina “youngtimers” y como se suele decir, están pasando por el purgatorio. Para que un coche se considere clásico debe tener al menos 30 años, que es la edad que las administraciones en España consideran que un vehículo se ha convertido en clásico. Antes era a los 25 años, pero los coches modernos aguantan muy bien el paso del tiempo y un coche con 20 años puede sorprender a más de uno. 

Los coches clásicos tienen una normativa especial, que busca potenciar su conservación al considerarse una parte de la historia, pero también con algunas limitaciones dada la edad de los vehículos, que los hace delicados y hasta cierto punto, peligrosos. Al fin y al cabo, no es lo mismo conducir un automóvil con 40 años de vida, que uno moderno, sin importar la velocidad a la que se circule. 

Vehículos clásicos e históricos, así deben ser

coches clásicos
Mercedes 220 S «Ponton» de 1956

No obstante, no todos los coches pueden ser vehículos clásicos, en ocasiones el simple hecho de haber pasado 30 años desde su matriculación no es suficiente. Quien quiera convertir su “viejo coche” en un vehículo clásico, debe tener al menos otro vehículo más moderno en casa para uso habitual y debe, aunque no está obligado, matricular el viejo coche como clásico, debe poner una matrícula histórica (que tiene una H al inicio), aunque hará que el coche pierda valor al no estar 100% original. 

También se considerará vehículo clásico aquellos que estén incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles de Patrimonio Histórico Español, que sea declarado bien de interés cultural (sólo hay un automóvil en España con dicha calificación) o que haya pertenecido a alguna personalidad relevante o intervenido en un acontecimiento de trascendencia histórica. Se considerará vehículo clásico aquellos que sean vehículos de colección, es decir, que sean especiales y singulares por algún motivo, que sean de una edición limitada, que existan pocas unidades o cualquier otra característica exclusiva.

Entre los coches vehículos clásicos nos encontramos con los vehículos históricos. Todos los vehículos históricos son vehículos clásicos, pero no ocurre lo mismo al revés. La clave de esta situación es la matrícula. Anteriormente hemos mencionado la matrícula histórica, que es un trámite opcional a no ser que queramos convertir nuestro clásico en histórico. Dicha matrícula tienen sus beneficios, obviamente, pero hay que recordar lo que se ha dicho anteriormente: perderá cierto valor al no ser 100% original. Para muchos esto quizá sea lo de menos, pero en vehículos de colección puede suponer un buen número de euros (hablamos de miles en ciertos casos). 

¿Cuáles son las ventajas de un vehículo clásico o histórico? 

coches antiguos
Renault 19 de 1989. Ya es un clásico aunque no lo parezca

Para un aficionado, todo esto carece de sentido ya que su vehículo clásico es en realidad su juguete. Suene un poco raro llamar a un vehículo juguete, pero al fin y la cabo es lo que es, un juguete para mayores y por tanto, muchas cosas dejan de tener interés siempre que permita disfrutar con su conducción. Por eso, es muy normal encontrar vehículos clásicos matriculados como históricos y vehículos clásicos que siguen portando la matrícula original. Eso va según gustos o necesidades. 

De todas formas, los coches y las motos clásicas tiene sus ventajas, aunque nada que les convierta en una opción para usar diariamente. Eso deberíamos olvidarlo totalmente, aunque hay aficionados que tienen vehículos con más de 40 años y los usan diariamente, son su pasión y no entienden la movilidad de otra forma. El caso es que un vehículo clásico, para fomentar su conservación, dispone de ciertas ventajas. Por ejemplo, si nos fijamos en su edad, deberían pasar la ITV cada año, pero al ser vehículos “especiales”, tienen una inspección técnica diferente y exclusiva, que aplaza las inspecciones algunos años

Otra de las ventajas, aunque cambia según el ayuntamiento, es que no pagan el impuesto de vehículos de tracción mecánica, más conocido como impuesto de circulación. También están exentos de algunas restricciones de circulación, como su entrada en zonas de alta contaminación donde la circulación está permitida sólo a vehículos de pocas emisiones. No obstante, sería interesante que antes de cruzar ciertas zonas donde podrán multar, es mejor que nos cercionemos bien poniéndonos en contacto con las autoridades pertinentes. Es posible que cuando se escribió esto los clásicos tuvieran unos permisos que cuando sea leído no existan. 

¿Los vehículos clásicos tienen muchas desventajas?

coches viejos
Opel Astra GTC de 2011. Se considera un coche «viejo»

No todo es bueno en esto de los vehículos clásicos, ni mucho menos. Los vehículos clásicos cuentan con alguna desventajas que son importantes, aunque son cosas a las que sólo dará importancia alguien que no es aficionado a estos vehículos. Un amante de los vehículos clásicos conoce los pros y los contras y disfruta con cada uno de ellos, algo que un usuario normal e indiferente a este mundillo no disfrutará, más bien sufrirá. 

Cuando un usuario normal se sube a un coche con cierta edad, siempre se sorprende por lo pequeños e incómodos que pueden llegar a ser, comparados con los estándares actuales. Los coches “viejos” no tienen los adelantos actuales y el contraste es muy grande. La dirección no tiene asistencia y en parado es muy, muy dura de accionar, los frenos no tienen asistencia y hay que pisar con toda la fuerza que se tenga y aún así, tardan mucho en detenerse. Los motores, principalmente en coches “populares”, no son muy potentes y vuelven a los vehículos clásicos lentos y torpes, además de gastar más combustible que cualquier vehículo moderno (hasta un 30% en algunos casos). 

Los vehículos clásicos también son más ruidosos que los modernos y no tienen etiqueta medioambiental de la DGT, limitando su circulación según nuestro lugar de residencia.Por supuesto, son infinitamente menos seguros que un vehículo actual y contaminan mucho más. 

Asegurar un vehículo clásico o histórico

coches de colección
Alfa Romeo 6C 1750 GS de 1930. Un coche de colección por su rareza

No podemos olvidarnos del seguro de los vehículos clásicos. Todo vehículo que circule por las carreteras españolas está obligado a contar con una póliza de seguro, aunque sea una que cubra lo más básico y los vehículos clásicos no son una excepción. Sin embargo, su condición les permite tener ofertas, descuentos y condiciones especiales, aunque para ello se deben cumplir algunos requisitos. 

Por un lado, el vehículo a asegurar como clásico o histórico debe tener al menos 20 años de antigüedad. Requiere también declarar que no se usará a diario o que se tiene otro vehículo para uso habitual. El propietario debe tener al menos 25 años y un año de carnet. No obstante, esto puede cambiar según la aseguradora y hay algunas que piden un mínimo de cinco años de carnet. También es imprescindible que el coche se guarde en garaje y que no recorra más de 5.000 kilómetros al año.