Cómo llevar el perro en el coche

Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), hay alrededor de 13 millones de animales de compañía en España. Esto significa que cerca del 50% de los hogares españoles tienen una mascota, un animal que comparte el día a día y que, al fin y al cabo, termina siendo uno más de la familia con todo lo que ello implica. 

Tener una mascota en casa es algo genial, podéis preguntar a cualquiera que tenga perros en casa, por ejemplo. Y no es por su nobleza, como dirán muchos, tener mascotas en casa es genial por la compañía que dan, porque enseñan mucho sobre convivencia, por el amor incondicional que ofrecen. Cuando vives en una casa con animales, entrar en cualquier otro hogar sin mascotas genera una sensación extraña. Se convierten en algo especial, un miembro más de la familia para lo bueno y para lo malo

El mayor problema de tener mascotas en casa, principalmente perros, es el hecho de los desplazamientos. Cuando nos marchamos de casa, no podemos estar días enteros sin volver, hay que darles de comer, vigilar que tengan agua, necesitan salir a la calle para hacer sus necesidades… nos obligan a dejarlos con algún familiar que pueda hacerse cargo o bien, a llevarnos a las mascotas con nosotros allá donde vayamos. 

Llevar al perro en el coche, ¿Qué debemos saber?

Mascotas en el coche

Aquí ya entran muchas consideraciones que no debemos pasar por alto, porque no sólo nos jugamos una multa, también nos arriesgamos a un accidente completamente evitable. Por tanto, debemos tener en cuenta determinadas cosas cada vez que nos desplacemos con nuestros amigos peludos, aunque sean dos míseros kilómetros. 

Llevar a nuestro perro en el coche es una responsabilidad muy grande, podría provocar un accidente si no cumplimos con varias obligaciones. Obligaciones, por cierto, que también están reguladas por ley, pero esto lo veremos más adelante. 

Bien, lo primero que debemos saber, es que el perro no debe ir nunca suelto en el interior del vehículo. Por un lado, en caso de accidente podría salir despedido, ya sea por una de las ventanas o contra nosotros. Obviamente, sea cual sea el caso, el resultado es catastrófico. Además, el hecho de no estar sujeto supone que pueda moverse libremente y acceder a la parte delantera, afectando directamente sobre la conducción y pudiendo provocar un accidente. Y eso sin contar que puede salir corriendo casi en cualquier momento si hay una ventana abierta o cuando nos detenemos y abrimos una puerta. 

Por supuesto, si la policía nos ve con el animal suelto en el habitáculo, nos detendrá y nos multará, incluso podría impedir que siguiéramos con nuestro camino hasta que sujetáramos el animal. Llevar perro en el coche sin sujetar es un peligro tanto para el pobre animal como para los ocupantes. Puede ser un peligro incluso para el resto de usuarios de la vía en caso de poder salir del vehículo en medio de una carretera (por ejemplo). 

¿Qué dice la ley sobre cómo llevar tu perro en el coche?

Perros en el coche, trucos

Vivimos en una sociedad donde las normas son obligatorias, sin normas, cualquier ciudad sería como la jungla y reinaría la “ley del más fuerte”. No habría sociedad tal y como la conocemos, seríamos como monos. Y la conducción de un vehículo es una de las actividades que más conflictos genera, requiriendo una normativa específica para que todo estos conflictos sean lo más leves posibles. 

En lo respectivo a llevar al perro en el coche, la normativa se rige por el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, que dice así: 

“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos”.

Sí, como se puede apreciar en ningún momento se afirma que el animal deba estar sujeto, con que no exista la posibilidad de que interfiera en la conducción o pueda ocupar el campo de visión del conductor, sería suficiente. Sin embargo, el agente podría considerar que llevar al perro suelto, aunque no pueda interferir, es un peligro para la conducción, para los ocupantes o para todos los que comparten vía con nosotros (o todo a la vez), podría sancionarse. 

La sanción en este supuesto de no sujetar nuestra mascota cuando viene con nosotros de viaje, podría variar desde los 100 euros de una sanción leve, hasta los 500 euros de una sanción muy grave

Es mejor, sin lugar a dudas, emplear algún tipo de sujeción para nuestras mascotas. Viajar en coche con el perro sin atar es un peligro, tanto para el animal como para nosotros. De todas formas, tampoco sirve cualquier sujeción. La policía no nos dirá nada mientras el animal no tenga posibilidad de interferir en la conducción, pero habrá sujeciones que en caso de accidente acaben con la vida del animal en el acto. 

Sistemas de retención para mascotas, ¿cómo llevar a tu perro en el coche?

Animal en transportín

Si echamos un ojo al mercado (puedes usar Amazon, sí), veremos que existen varios tipos de sistemas de retención para mascotas, ya sean perros o gatos, según el tamaño, el tipo de coche, la distancia a recorrer…  lo más importante, antes de seguir buscando, es que todos los sistemas de retención que estemos mirando deben cumplir con la normativa de ensayos de choque y las pruebas de homologación europeas: ECE R17 (resistencia de los asientos) o DIN 75410-2 (sujeción de la carga ene vehículos). 

Vamos a ver algunos sistemas de retención de animales e intentaremos analizarlos, para que se pueda tener la máxima información y se pueda elegir el mejor sistema. 

Arnés

Llevar perro en el coche con arnés

El arnés es un sistema extremadamente práctico, pues nos sirve para llevar sujeto al perro cuando salimos a pasear y nos permite contar con un sistema muy resistente y seguro a la hora de viajar. Hay varios tipos, siempre según el tamaño del animal. El arnés de un solo enganche, por ejemplo, es aquel que usa la propia hebilla para la correa como sujeción dentro del coche. No es recomendable para perros de más de 10 kilos (perros pequeños). El arnés de dos enganches es uno de los más interesantes, porque ofrece la hebilla para la correa, pero tiene una sujeción adicional (muchas veces fabricada con el mismo material de los cinturones) que sirve para sujetar al animal en el coche. Es el más recomendado para animales grandes, de 10 kilos en adelante, pero realmente sirve para cualquiera. 

Collar

Collar para perro

Usar el collar para sujetar al perro es algo realmente cruel. En caso de accidente el perro resultaría muerto en el acto, o casi, porque se partiría el cuello en el choque o se estrangularía.

Transportín

Transportín para perro en el coche

El transportín puede ser una buena idea, siempre y cuando sepamos cómo colocarlo. Por un lado, llevar al animal dentro del transportín evitaría que nos molestara, pero en caso de accidente el transportín sería como un ariete causando estragos entre los ocupantes, así que debemos sujetarlo o bien, llevarlo en el maletero. Este último recurso es para animales muy grandes, que caben en el espacio para los asientos traseros. Hay quien sujeta el transportín con el cinturón de seguridad, pero los transportines se hacen con plástico y no siempre de buena calidad, pudiendo romperse. Si cabe, ponerlo en el suelo, entre el asiento trasero y el delantero, puede ser una buena idea porque estaría muy sujeto y el animal no sufriría lesiones de importancia. 

Rejilla divisoria

Rejilla divisora para llevar al perro en el coche

Este sistema, por sí solo, no sirve para nada, tan solo impide que el animal pueda interferir y molestar cuando conducimos. En caso de accidente, el animal sufriría heridas de consideración, pudiendo salir despedido por cualquier ventana e incluso contra la propia rejilla que en caso de no estar sujetas al propio coche (de quita y pon) no aguantará el impacto del animal. La rejilla divisoria es un complemento a cualquiera de los anteriores sistemas de retención.