Comprar un coche de segunda mano es algo que se ha hecho siempre y que además cuenta con mucha picaresca pues, según el estado, los kilómetros o la edad del coche su valor puede ser mínimo, o multiplicarse notablemente. El origen del vehículo, el uso para el que fue adquirido la primera vez (coche de alquiler, taxi, coche de renting, flota de empresa…), también influye en su valor final en el mercado pues afecta directamente en su estado de conservación e incluso en su rendimiento.
Hay muchas cosas que revisar en un coche de segunda mano, algunas muy sencillas de comprobar a simple vista, pero otras que requieren algo de tiempo y un poco de inversión. Es mínima, pero una inversión económica al fin y al cabo (entre 8 y 25 euros de media). No obstante, una de las más importantes es saber si el coche procede de alquiler, de renting o taxi, por poner unos ejemplos. Son orígenes que afectan demasiado al vehículo y no siempre interesa llevarse a casa uno de estos vehículos.
¿Por qué es importante saber si un coche ha sido destinado anteriormente a alquiler?

Hay muchas opiniones al respecto de si es bueno comprar un coche que proviene de alquiler. Hay muchas experiencias positivas de usuarios que han adquirido un coche que anteriormente fue usado para alquiler, pero también las hay negativas. El problema principal de los coches de alquiler es, precisamente eso, que fueron de alquiler.
Un coche de alquiler pasa por miles de manos, gente que no cuida el coche o que simplemente tiene un periodo de adaptación al coche en el que hace que sufra más al conducirlo. Los coches de alquiler se usan durante unos días, se devuelven y de nuevo, pasa a manos de otro usuario y ese trajín de conductores puede afectar su estado final. Además, las empresas de alquiler ajustan los presupuestos en cuanto a mantenimiento para poder ganar el máximo de dinero posible y según la compañía y el modelo, pueden tener un desgaste mayor que un vehículo de uso particular. Sobre todo los coches pequeños, los más baratos de alquilar, o bien los vehículos comerciales, cuya finalidad les expone a un trato más duro y menos cuidado.
Se trata de una opción interesante siempre según el vehículo que estemos buscando y por lo menos saberlo para apretar el precio de compra. Si es un coche híbrido es más difícil hacerlos sufrir con cambios de marchas, embragues y demás al tener todos cambio automático y su fiabilidad está más que demostrada.
Cómo saber si un coche ha sido de alquiler

El primer signo para saber si el coche fue de alquiler es que este tipo de coches, hasta Mayo de 2018, debían pasar la primera ITV a los dos años de matriculación, en vez de a los cuatro años. El resto de coches de uso particular debían pasar la ITV a los cuatro. Por lo tanto si ves que la primera ITV del coche de segunda mano que quieres comprar se pasó a los dos años de la primera matriculación te encuentras ante un coche de alquiler o renting. No obstante, esto es para todos los coches matriculados antes de Mayo de 2018, a partir de entonces no es así y todos los coches, independientemente de su uso (particular o alquiler sin conductor), deben pasar la primera ITV a los cuatro años.
Lo siguiente a mirar es en la ficha técnica del vehículo. En ella debes buscar las siglas ASC (Alquiler sin conductor). Para vender un coche que anteriormente se ha dedicado al alquiler o renting se debe hacer un cambio de uso. En observaciones de la ficha técnica debería aparecer el día que pasó de ASC a turismo normal. En las nuevas fichas técnicas esta información vienen en la parte posterior en la sección de reformas de importancia, debajo de los sellos de la ITV y la procedencia de ASC o Alquiler Sin Conductor.
También puedes mirar los anteriores propietarios. Si el anterior propietario ha sido una empresa prueba a buscar en Internet dicha sociedad o en sitios como InfoCIF para ver su actividad y ver si se dedicaban al alquiler de coches sin conductor o renting.
En el permiso de circulación viene el uso al que ha sido destinado el coche anteriormente y el uso de destino actual. Tendrás que buscar el código 1040, que significa que el coche ha sido usado como vehículo de alquiler – ASC. Antes de venderlo deben pasarlo a uso de turismo particular, que es el código 1000.
Por último puedes pedir un informe Carfax, donde indica si el coche procede de una empresa de alquiler de coches. Para obtener el informe necesitarás la matrícula o bastidor del coche que quieres consultar.
Comprar coche de alquiler, ¿merce la pena?

Se puede escuchar y leer de todo sobre la compra de coches de alquiler, muchas veces de usuarios que no tienen la información necesaria o que, simplemente, se dejan llevar por las condiciones a las que se ven sometidos estos coches. Lo mejor es no hacer caso a pies juntillas a dichas aseveraciones, aunque tampoco está de más tenerlas en cuenta pues un coche de alquiler puede ser una mala idea, o una compra redonda.
Lo primero que debemos tener claro es el tipo de vehículo que queremos comprar. Si buscamos un urbano o un utilitario, es mejor olvidarse de los coches procedentes de alquiler, porque ese tipo de vehículos son los más demandados al ser los más baratos de alquilar. Si por el contrario buscamos coches más grandes, como un sedán de tamaño medio o uno de marca premium, los coches de alquiler pueden ser una buena opción porque son coches con poco uso y, por lo general, demandados por empresas, usados como coche de bodas y cosas por el estilo.
Hay marcas de premium que exigen la devolución de los coches una vez han acabado su “vida útil” como coche de alquiler (según la empresa, pueden ser unos miles de kilómetros o entre dos y tres años) pero algunas no lo exigen y las compañías de alquiler los ponen a la venta como coches de segunda mano a precios interesantes. Los sedanes de tamaño medio e incluso los coches deportivos, son coches caros de alquilar y no está de más informarse al respecto y conocer el vehículo en persona.
No todos los coches de alquiler son iguales

En los últimos años ha surgido una fórmula que ofrecen los propios fabricantes, y es el coche de “pago por uso”. Básicamente es un coche de alquiler, más parecido a un renting, pero ofrecido directamente con las marcas con unas condiciones muy especiales y unos servicios muy definidos. Este tipo de coches de alquiler son totalmente recomendables, pues pasan sus inspecciones en los talleres oficiales, montan recambios originales y equipan consumibles (neumáticos, frenos, aceite…) recomendados por la marca. No hay muchas unidades procedentes de este tipo de coches de alquiler, pero si lo encuentras no dudes ni un momento en que será una buena compra. Eso sí, sus precios son algo más elevados que cualquier otro coche de segunda mano procedente de alquiler.