Tener un coche en propiedad conlleva una serie de gastos que no siempre se tienen en cuenta; reparaciones imprevistas, pago de impuestos, combustible, seguro y los llamados “consumibles” son las principales fuentes de gastos. En muchos de estos apartados es posible ahorrar y no vernos con el agua al cuello, pero algunos requieren de precaución y de no hacer las cosas “a lo loco”.
Uno de los apartados más delicados, pero también de los más caros, son los neumáticos. Por lo general, las cubiertas de cualquier coche suponen un gasto elevado, sobre todo cuando nos decantamos por material de marcas de renombre, es decir, por material de calidad. Muchos usuarios le restan importancia a este componente y se decantan por material de calidad muy baja debido a su reducido precio, pero supone tanto un error como un riesgo innecesario, aunque es más interesante y lógico que comprar neumáticos de segunda mano, por ejemplo.
Sin embargo, hay otra opción que por precio y prestaciones (seguridad, evacuación del agua cuando llueve, adherencia, resistencia…) algunos usuarios están teniendo en cuenta: los neumáticos recauchutados. Es una forma de acceder a buen material por poco dinero, sin tener que prescindir de todas las exigencias que se pueden y que se deben hacer a un neumático medianamente bueno. O eso parece a simple vista.
¿Qué son los neumáticos recauchutados?

Vamos a comentar, antes de seguir con nada más sobre el tema, que actualmente es complicado encontrar neumáticos recauchutados para turismos, aunque es sumamente frecuente encontrar neumáticos recauchutados para transporte pesado, esto es, para camiones de elevado tonelaje y autobuses. También es realmente común ver neumáticos recauchutados en aeronáutica.
Dicho esto, el neumático recauchutado es una cubierta que mediante un proceso industrial recupera sus propiedades y puede volver a ser usado de nuevo. Para ello, se le aplica una nueva banda de rodadura y se envía a las tiendas para su venta. Cuando se recauchuta un neumático sólo se pueden usar neumáticos que sean aptos para una recauchutar, es decir, que no valen todos. También se ha de revisar el estado de la carcasa, que es realmente lo que se reutiliza, algo que se realiza mediante una inspección visual y mediante un método similar a las radiografías.
El principal inconveniente es la escasez de ofertas. Los neumáticos de los turismos no se diseñan ni se fabrican pensando en una segunda utilización, no se tiene en cuenta el recauchutado. Esto hace complicado encontrar carcasas que puedan ser recauchutadas de nuevo para volver a emplearse en un coche.
¿Qué ventajas tienen los neumáticos recauchutados?

Los neumáticos recauchutados se emplean en el transporte pesado y en la aeronáutica por cuestiones lógicas. Son ruedas muy grandes y extremadamente caras, que requiere de mucha energía para ser fabricadas y tras su vida útil, contaminan mucho. Un recauchutado permite emplear entre un 50 y un 75% menos de energía y materias primas, siendo más ecológicos y más baratos. ¿Cuánto? Pues en este caso entre un 25 y 40% más baratos. Algo muy interesante cuando tienes que poner un mínimo de seis neumáticos (una cabeza tractora emplea dos delanteros y hasta ocho neumáticos traseros, dos por cada rueda trasera y pueden tener cuatro).
Unas ventajas que también se pueden aplicar a cualquier turismo convencional, aunque en este caso el ahorro no se nota tanto como en el transporte pesado y existen algunas pegas al respecto.
¿Desventajas de los neumáticos recauchutados?

En alguna ocasión se ha dicho que los neumáticos recauchutados pueden estallar, algo que resulta totalmente falso. Una de las muchas leyendas urbanas que hay. Pero por otra parte, si cuentan con algunas desventajas que conviene tener en cuenta cuando pensemos en unos neumáticos recauchutados para nuestro coche.
La primera desventajas es que nos costará mucho encontrar neumáticos recauchutados para coche que sean de fiar. Como se ha dicho antes, los neumáticos de los turismos no se diseñan ni se fabrican pensando en su recauchutado, son, por así decirlo, de usar y tirar. Si compramos neumáticos recauchutados debemos estar plenamente seguros de su origen para evitar sustos que pueden ser muy grandes (seguro que no te gusta ver como la banda de rodadura va por un lado mientras tu te vas por otro…).
Que sea de confianza se debe a que el recauchutado mal llevado a cabo reduce las prestaciones del neumático de forma notable y se reduce la resistencia del neumático. Se pierde capacidad de carga, la adherencia puede ser mucho peor y la duración puede reducirse drásticamente. De entrada, los neumáticos recauchutados duran menos kilómetros que uno nuevo, pero uno mal recauchutado puede durar menos de la mitad.
¿Son seguros los neumáticos recauchutados?

En España se están empezando a recauchutar los neumáticos de turismos, dado que nuestra cultura nos lleva a gastar lo justo en determinadas cosas (y una barbaridad en otras) y por tanto, hay un mercado muy grande para ellos. Sin embargo, ningún fabricante de neumáticos en el mundo recomienda recauchutar los neumáticos.
Y para responder a la pregunta de si son seguros los neumáticos recauchutados, dejamos unas declaraciones de José Luis Rodríguez, director del Consorcio Nacional de Industriales del Caucho:
“Lo que está sucediendo en nuestro país no ocurre en ninguna otra parte de Europa. Resulta contraproducente. Si un fabricante de amortiguadores, por poner un ejemplo, nos dijera que su amortiguador sólo tiene un uso le haríamos caso, ¿verdad? ¿Por qué no ocurre lo mismo con los neumáticos de coches? No hay ni una sola marca en el mundo que recomiende el recauchutado de turismos.
La vida útil de un neumático de turismo es muy superior a la de un vehículo industrial. Si recauchutamos un neumático con siete años de antigüedad nos podría parecer en un principio que ha quedado muy bien, pero al hacer un estudio de la estructura interna del caucho nos daríamos cuenta de que está bastante deteriorado. El riesgo de un reventón se multiplica y, por lo tanto, las posibilidades de sufrir un accidente.
La estructura interna de un neumático de camión o autobús es metálica. Esto permite comprobar, a través de un proceso similar al de los rayos X, cuál es el estado de la carcasa interna. Sin embargo, el neumático de turismo está hecho a base de tejidos textiles, por lo que resulta mucho más complicado saber cómo está realmente por dentro: no es lo mismo circular por caminos de tierra que por autopistas, conducir de una manera o de otra, darse un llantazo o no dárselo…”.