Qué aceite lleva mi coche

El aceite del motor de un coche no es como el que usamos en cocina, ni mucho menos. Se llaman igual, pero ni siquiera las materias primas se parecen. Lo único en común, quizá, es que por lo general su base es orgánica, pero ya, no hay más posibles parentescos. El aceite de motor es un producto químico, derivado del petróleo o de fabricación sintética, que tiene unas determinadas propiedades que son imprescindibles para el motor. 

Un motor sin aceite, dura apenas unos minutos hasta que se sufre una catastrófica avería de tal magnitud, que no se puede reparar. Hay que tirar el motor y poner uno nuevo. Y creernos cuando decimos que son apenas unos minutos los que se tarda en sufrir una destrucción total. 

Por ello es sumamente importante usar el tipo y mantener el nivel de aceite tal y como indica el fabricante, que para ello hay un bonito libro de instrucciones en todos los coches. En ese libro lo pone todo sobre el mantenimiento, líquidos, combustible, funciones de los diferentes dispositivos… es de obligada lectura ya que nos cuenta todo sobre nuestro coche, incluido el tipo de aceite y cuando se debe cambiar. 

¿Qué función hace el aceite de motor? 

Aceite para motor de coche

La función del aceite en un motor es completamente vital. Básicamente, evita que las piezas metálicas se toquen entre sí. Así explicado es sencillo, pero en la práctica es mucho más complicado, porque según el tipo de motor, las prestaciones del mismo, la temperatura tanto del motor como la exterior y el filtro de aceite usado, afectan a la función que lleva a cabo el aceite. 

El aceite de motor forma una película sobre las piezas metálicas del motor, evitando el contacto directo, reduciendo la fricción y favoreciendo el movimiento de las mismas. Se puede comparar, por ejemplo, con la capa resbaladiza que produce el jabón, que una vez ha cubierto nuestras manos, es imposible coger nada. En la naturaleza también podemos encontrar algunos ejemplos, como el líquido que todos tenemos en las articulaciones y que impide que los huesos rocen entre sí. Cuando ese líquido se pierde, las articulaciones duelen una barbaridad y con el paso del tiempo, requiere una intervención quirúrgica. 

Con un motor es un poco más drástico. Si no hay aceite, las piezas metálicas rozan entre sí provocando un aumento de la temperatura, un desgaste brutal y finalmente, la fusión de metal con metal, que da lugar al famoso gripaje (una pieza se suelda a otra) o directamente a una rotura total. El metal se desgasta de tal manera que es imposible recuperar el componente de ninguna forma

¿Qué aceite puedo poner en mi coche?

¿Cómo saber que aceite usar?

Todos los motores usan aceite, todos y cada uno de ellos. Y todos tienen diferentes necesidades. No es lo mismo un motor pequeño y de potencia contenida que uno más grande y de altas prestaciones. El primero sufre pocas exigencias y su desgaste es menor, así que el aceite tiene unas cualidades específicas para el uso al que se someterá al motor. En cuanto al motor de altas prestaciones, las exigencias son mucho mayores y por tanto, el aceite debe ser especialmente diseñado para poder trabajar bajo un alto nivel de estrés. 

Por lo general, hay que usar el aceite que recomienda el fabricante, ya que suele ser el aceite que se ha usado durante el desarrollo del motor y por tanto, todo está pensado para funcionar en conjunto. Teóricamente, el aceite recomendado por el fabricante es el que mejor rendimiento ofrece en su motor. Esto no quiere decir que sea imprescindible comprar la marca que el fabricante indica en el libro de usuario, ni mucho menos, aunque volvemos a comentar que será el aceite con mejor rendimiento, en teoría. 

Elegir aceite coche

Si queremos saber qué aceite usar en nuestro coche, debemos ir al manual del usuario y fijarnos en una cosa muy concreta, se le llama “norma de viscosidad” o “índice de viscosidad” y se indica, por ejemplo, así: 10W-40. Esto hace referencia a la viscosidad del aceite en frío y en caliente, básicamente, indica el rango de trabajo del aceite, como responderá en las determinadas situaciones del motor. El aceite 10W-40 es muy común en el mercado, aunque hay muchas variaciones. Lo importante es saber que cuanto mayor sea la diferencia entre los números, mayor será el rango de funcionamiento y por supuesto, más caro será el aceite. 

Además de la viscosidad, que la indica el fabricante en el manual del usuario, hay que fijarse en que cumpla diferentes normativas. La viscosidad se mide según normativa SAE y las normativas pueden ser varias, pero la normativa de calidad del aceite se guía por el “indicador” API y se divide por letras. La primera letra indica el tipo de motor al que va destinado, la S en caso de gasolina o la N en caso del diésel y la segunda letra indica la calidad del mismo, cuanto más avanzado en el alfabeto, mayor será la calidad. Si usamos el API erróneo será como no usar aceite, así que mucha atención a ello. 

Tipos de aceite

Tipos de aceite para coche

En el mercado existen, básicamente, tres tipos: mineral, sintético y semisintético. Aquí, de nuevo, lo importante es seguir las recomendaciones del fabricante, aunque por lo general es mejor un aceite sintético que uno mineral. 

  • Mineral: es un producto derivado del petróleo y tiene algunas ventajas, como un precio menor y aunque cuenta con algunas leyendas urbanas como una duración menor, es totalmente falso. 
  • Sintético: es un producto “de laboratorio”, es decir, no tiene origen orgánico y, virtualmente, no tiene degradación alguna y ofrece una vida útil más larga (más tiempo en buen estado). Aguanta mejor las temperaturas extremas y no sufre evaporación. Generalmente, todos los aceite “de frío” (0W-20 o 5W-40) son sintéticos. 
  • Semisintético: es un producto resultante, como habrá imaginado, de mezclar los anteriores. Busca ofrecer las ventajas de ambos tipos de aceite y por lo general, los aceites de altos grados (10W-50 o 15W-40, por ejemplo) son semisintéticos o híbridos, como también se les llama. 

¿Qué ocurre si no pongo el aceite que recomiendan?

Elegir aceite para motor

Posiblemente vayamos a comprar un aceite para el coche y nos diga el dependiente que no pasa nada por poner “ese aceite” que él te recomienda, que tiene mejor funcionamiento y esas cosas que se suelen decir. Incluso en el taller suele ser habitual que digan algo similar. El caso es que en verdad, no debería pasar nada malo si se cumple con la viscosidad y las normativas. Podemos poner un aceite con más rango (un 10W-40 en lugar de un 15W-40), pero nunca debemos poner menos, ya que en frío, principalmente, el motor sufrirá las consecuencias. Si por el contrario es un motor de altas prestaciones, un aceite inadecuado puede acabar con esas prestaciones y con el motor, ya que no será capaz de cubrir el rango de funcionamiento de un motor así, que suele ser bastante extremo. No es lo mismo rendir 100 CV que 400 CV, el esfuerzo y el estrés que sufren los materiales es mucho mayor. 

Lo mejor es seguir las recomendaciones del fabricante, es lo más lógico y seguro. Es posible que usando un aceite de muy buena calidad, uno que tenga muy buenas propiedades antifricción (son muy caros), mejoren las prestaciones del motor. No será una ganancia exagerada, pero si podemos obtener hasta un 5% adicional de potencia y una rebaja del consumo. Eso se debe a que se reducen las pérdidas por fricción, pero no siempre merecen la pena, sobre todo si tenemos un motor con muchos kilómetros o un motor que no rinde mucha potencia, usado para ir a trabajar y volver a casa. 

Una de las cosas que no se deben hacer nunca, salvo casos de extrema emergencia, es mezclar aceites. Es una práctica común pero es muy dañino para el motor, pues se está cambiando las características del lubricante y el resultado nunca es bueno.