Suspensión neumática

La suspensión es un elemento que ha estado en los vehículos desde siempre. Ya se usaba en los carruajes tirados por caballos, para aislar al pasaje de los posibles desperfectos del piso y para ofrecer un mayor confort a bordo. Caber recordar que cuando los carruajes de caballos invadían las ciudades, las carreteras brillaban por su ausencia y todo era caminos de tierra que en ocasiones, tenían un estado calamitoso. Cualquier dirá que como las carreteras actuales, pero la verdad es que era mucho peor, porque eran camino de tierra a los cuales, una simple lluvia los convertía en un barrizal o provocaba unos socavones capaces de hacer saltar un carruajes por los aires. 

Cuando el automóvil comenzó a dar sus primeros pasos, no eran más que carruajes a los que se había acoplado un motor de forma muy rudimentaria aunque bastante ingeniosa. La suspensión era tan básica como el propio vehículo y según se ha ido evolucionando en otros aspectos, también lo ha hecho la suspensión. De hecho, aunque para muchos es un elemento totalmente olvidado, la suspensión es absolutamente vital para el comportamiento del coche, para su comodidad de marcha, para la facilidad de conducción y para la seguridad

Según se ha ido ganando en prestaciones, la suspensión ha ido evolucionando a la par y cada vez es más compleja, pero también es más eficaz, más segura y sobre todo, más sorprendente. Gracias a la electrónica, a esa “amiga” odiada por muchos, la suspensión se ha convertido en un elemento totalmente adaptable a la situación. Puedes tener dos o tres coches en uno solo si montas una suspensión adaptativa, pues se puede configurar para que sea muy cómoda, para que ofrezca estabilidad o para que sea lo más deportiva posible, simplemente con apretar un botón. También pueden cambiar su tarado y su configuración en tiempo real según sea el trazado, según nuestra forma de conducir e incluso según esté la carretera. Es algo así como magia y además, magia de la buena. 

Cómo funciona la suspensión neumática

Kis suspensión neumática

Para conseguir que la suspensión sea diferente en su comportamiento según requisitos, se siguen diferentes tecnologías y métodos, todos ellos con sus ventajas y desventajas, pero siempre más que interesantes para equipar en nuestro coche. Así, podemos encontrar las suspensión interconectada como la que usa Audi en algunos modelos (conecta el amortiguador delantero derecho con el amortiguador trasero izquierdo) o, sobre todo, Citroën o McLaren. Un tipo de suspensión adaptativa es la de tipo magnetoreológica, que contienen un fluido con partícula de hierro que actúan ante campos magnéticos cambiando su tarado y comportamiento y como uno de los tipos de suspensión regulable más demanda, está la suspensión neumática. 

El funcionamiento de la suspensión neumática es más o menos sencillo, pues en lugar del típico muelle, se instala un sistema compuesto por un fuelle dentro del cual se introduce aire a presión que según necesidades o requerimiento, puede aumentar o reducir la altura respecto al suelo. Hay sistemas que tienen dos fuelles, uno para la altura y otro para regular la dureza de la suspensión. Un cerebro electrónico se encarga de gestionar el funcionamiento del sistema actuando sobre el compresor, que se debe montar en algún lugar del coche en caso de contar con este tipo de suspensión. 

Una de las características de la suspensión neumática es que no cambia su configuración durante la marcha, simplemente, se mantiene siempre igual sea con carga, en curva a altas velocidades o circulando por poblado. Es por ello que la carrocería no baja cuando se carga al máximo el coche o no se inclina en curva. 

Ventajas de la suspensión neumática

Neumática para coches

Algo tendrá la suspensión neumática cuando tanta gente se la instala a su coche, ¿no? De todas formas, antes de realizar cualquier modificación a la suspensión de tu coche, por muchas ganas que tengas de poner una neumática, es mejor que consultes al fabricante y al taller de confianza donde hagas el mantenimiento, ellos te podrán asesorar y enfocar hacia una conversión más acertada o directamente, convencerte para que no hagas nada y dejes el coche tal cual está. 

Y ahora que hemos dejado este punto bien claro, vamos a ver qué ventajas tiene la suspensión neumática. La principal y la que más se valora en este sistema, es su capacidad para ajustar automáticamente la altura respecto al suelo. No importa lo cargado que vaya el vehículo, siempre tendrá la carrocería a la misma altura y eso, de cara al comportamiento y a la capacidad de maniobra, es muy interesante. 

También es un tipo de suspensión que resulta muy confortable para los ocupantes, gracias a una gran capacidad de absorción de las irregularidades. Se puede instalar en cada eje de forma independiente, aunque por lo general se usa en el tren trasero y el conductor puede seleccionar la altura de la carrocería que más le convenga, así como endurecer el tarado y hacerla más firme y deportiva. 

Desventajas de la suspensión neumática

Suspensión neumática ventajas

Como cabe esperar, antes de correr a instalar tu suspensión neumática, deberías conocer también los inconvenientes, porque haberlos haylos. Todo tiene alguna pega, nada sale gratis y tan solo debemos analizar y considerar si los beneficios son mayores que los inconvenientes. Y esto, en el caso de la suspensión neumática, es importante. 

La primera “piedra” que encontramos en el camino de la suspensión neumática es la instalación, compleja y cara de realizar. Además, es posible que nos quedemos con un maletero muy pequeño al tener que poner ahí el compresor que enviará el aire a presión a los fuelles de amortiguación. Esto sin contar con todos los sensores que lo acompañan o el grupo de alimentación de aire. 

Otra cosa que se debe tener en cuenta es que si se rompe, es posible que te eches a llorar. Las reparación son bastantes caras, sobre todo si se rompe algún componente vital para el funcionamiento. Hay otros cuyo coste de sustitución es ínfimo, mientras que otros necesitarán mucha mano de obra, pero al ser un sistema tan especializado, necesita operarios con conocimientos y eso sale siempre caro. 

Precio suspensión neumática

Suspensión neumática

Que las reparaciones sean costosas se debe a la complejidad del sistema y a la necesidad de que sus componentes sean robustos y resistentes. Hay que tener en cuenta que la suspensión neumática está sujeta a una serie de tensiones y presiones que no sufren otros sistemas. Unas implicaciones que también afectan al precio de compra. 

Se puede comprar cada amortiguador por separado, por pares o un kit completo. Obviamente, cada opciòn tiene un precio y el kit completo siempre será más caro que comprar los elementos para un solo eje o comprar un amortiguador único. De todas formas, también interesa hacer cuentas, porque comprar un kit suele tener oferta, haciendo que resulte más barato que si compramos los componentes por separado.

Es posible encontrar todo tipo de precios para la suspensión neumática, desde las tarifas de derribo chinas hasta las estratosféricas de las marcas más reconocidas del mercado. De entrada, no te recomendamos ningún tipo de componente que no sea de fiabilidad contrastada, aunque salga un poco más caro. Estamos tratando con un componente que afecta muchísimo a la seguridad del coche y con eso no debemos jugar. 

Así, los precios de marcas reconocidas pueden arrancar, aproximadamente, desde 2.000 euros. Y esto es lo más barato y básico que vamos a encontrar, porque comprando por separado, es posible encontrar amortiguadores neumáticos desde 1.000 euros cada uno, ¡y necesitamos al menos dos! Por ejemplo, si tenemos un Mercedes SL de 2006, cada amortiguador nos saldrá por unos 1.100 euros de media. Y a esto debemos sumar la mano de obra, que posiblemente no baje de los 400 ó 500 euros. 

Problemas con suspensión neumática

Fuelle suspensión neumática

La suspensión neumática, como ya hemos comentado anteriormente, es un sistema muy complejo, pero por suerte es muy fiable si se realiza el mantenimiento correctamente. No obstante, no está exento de problemas y las averías pueden surgir. A veces será un simple susto y nada preocupante, en otras ocasiones podría ser muy costosa. 

Uno de los problemas con la suspensión neumática más común, es la aparición de grietas en los fuelles o balonas, que se fabrican por lo general con un material elástico. En caso de tener grietas y fugas, lo mejor es llevar el coche en grúa al taller para sustituir el componente. Las tuberías que componen el circuito de aire a presión también puede sufrir grietas o roturas, al igual que puede sufrir “desmangamientos”, que se trata básicamente de un tubo fuera de su sitio. Se trata de problemas con suspensión neumática complicados de encontrar y de reparar, porque el equipo de tuberías no suele estar muy a la vista. 

Como problema especialmente caro, el compresor podría dejar de funcionar o hacerlo erróneamente. El compresor es un elemento caro de sustituir, pero sin su presencia, la suspensión neumática es inservible y el coche no podrá circular. 

Coches con suspensión neumática

Mercedes W220

La suspensión neumática se emplea mucho en vehículos de gran tonelaje, como camiones o autobuses. De hecho, seguro que has visto como los autobuses bajan la parte derecha para que los usuarios puedan subir cómodamente; pues eso es gracias a contar con una suspensión neumática, que permite vaciar los amortiguadores del lado derecho y luego llenarlos de nuevo rápidamente. También es posible que hayas escuchado cómo funciona un compresor en los camiones articulados, un sonido penetrante y a veces, agotador. Pues se trata del compresor del sistema de suspensión neumática, que está actuando para mantener la altura de la suspensión. 

No obstante, los fabricantes de automóviles también usan suspensión neumática. Mercedes, por ejemplo, emplea este sistema en varios modelos, casi todos de muy alta gama porque así se asegura un confort de marcha total. Porsche también usa suspensión neumática en modelos como el Cayenne y Land Rover lo monta en algunas versiones del Range Rover, su modelo más caro y lujoso. Audi usa igualmente suspensión neumática en sus coches más premium, al igual que la marca japonesa Lexus e incluso Volkswagen en sus modelos más caros, como el Touareg y el descatalogado Volkswagen Phaeton. 

Cadillac, Bentley, Lincoln, Rolls-Royce y Toyota son más marcas que usan suspensión neumática en algunos de sus coches, o bien en todos.

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